- El nombre surgió de la palabra inglesa Cab (taxi) con el sufijo fy, que significa “convertir en.” Así nace Cabify.
- Cabify fue el primer unicornio español, nacido de la mano de alguien formado en las entrañas de Silicon Valley.
- Su valoración actual supera los $1400 millones de dólares.
La startup Cabify fue fundada en Madrid en mayo de 2011 por Juan de Antonio. Se trata de la primera empresa “unicornio” de España, con una valoración que supera los $1400 millones. En la actualidad, tiene más presencia en el continente latinoamericano y es sinónimo de transporte accesible y eficiente.
Su fundador, Juan de Antonio, es un outsider, un pionero; alguien que llegó a la industria de la movilidad con una idea disruptiva y que supo aprovechar la oportunidad. Así, con la idea de conectar a pasajeros con conductores por medio de una app, nace Cabify.
Después de recibirse como Lic. en Telecomunicaciones, obtuvo un MBA por la Universidad de Stanford, emblemática de Silicon Valley. Una vez allí, no pasó mucho tiempo para que el ambiente emprendedor californiano lo empujara a crear sus primeros negocios.
De Antonio estaba inmerso en una atmósfera donde los fondos de inversión y las startups eran lo cotidiano. Por eso, vivió y aprendió en primera fila lo que significaba llevar a la práctica una idea disruptiva. Al principio, Cabify fue una plataforma que servía para pedir vehículos con chofer. La historia comenzaba.
Startup Cabify: ¿Por qué no pagar por el uso del vehículo envés de pagar por el vehículo?
La startup Cabify tuvo un antecedente: Zero Motorcycle. Creada en el 2010, la idea era revolucionar la movilidad eléctrica en Europa con motocicletas. La idea era disruptiva, pero fracasó por no haber surgido en el lugar y momento adecuados. Con esta experiencia a cuestas, el concepto Cabify vio la luz en 2011.
De Antonio relata que este fracaso lo llevó a madurar una nueva idea. Se hizo una pregunta: ¿y si la persona pagara por usar el vehículo, envés de por el vehículo propiamente? Con el añadido del uso de la app, todos los ingredientes estaban sobre la mesa. Su amigo y socio, Sam Lown, fue el artífice del nombre.
El éxito no se hizo esperar. La primera red de la flamante firma se estableció en Madrid. En poco tiempo, Cabify atrajo las primeras inversiones de alguien que se le hacía familiar: Silicon Valley. Para inicios de 2012, la plataforma ya registraba 20 mil usuarios que ya habían hecho 3 mil viajes, solo en la capital.
En eso, llegaron las primeras rondas de financiación. En septiembre de 2012 recaudaron 4 millones de dólares en las Series Seed, de Black Vine. También invirtieron los Angels Investors, además de un grupo de inversionistas de América Latina.
La importancia de América Latina para Cabify
A solo un año de empezar operaciones en Madrid, comenzaría su expansión en América Latina. Si bien los países clave serían Chile, Perú y México, la importancia de Latam es clave en la actualidad. Tanto, que el 80% de los ingresos de la startup provienen de esta región, incluyendo también a Argentina.
El fundador ha declarado que cada año el negocio se multiplica por seis. De ahí su marcado interés en la organización y la corrección de errores. Esto es patente, sobre todo si consideramos que se hace pasar por pasajero para testear de primera mano el servicio y la calidad de los vehículos.
Hoy en día, la startup Cabify emplea a más de 1.800 personas a nivel mundial, con un promedio de 31 años de edad. Sin embargo, no ha sido un camino sin desafíos; sobre todo con la crisis generada por el confinamiento por la pandemia del COVID-19.
De cara al futuro, la firma apuesta por posicionarse como la más clara competencia de Uber en los mercados donde se encuentre con ellos. Después de todo, son el primer unicornio español, un importante título que los precede. Finalmente, un título que deben defender.
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