- El relator de la ONU advierte que las políticas estatales para impulsar el crecimiento causan un efecto devastador en la salud mental de las personas en pobreza
- Olivier De Schutter señala que las personas con rentas más bajas triplican las posibilidades de sufrir depresión
- Mas de 970 millones de personas, el 11% de la población mundial, padecen de algún tipo de trastorno mental
La oficina de prensa de la ONU ha dado a conocer este viernes que según el más reciente informe del relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Olivier De Schutter, las políticas gubernamentales diseñadas para aumentar el crecimiento económico están teniendo un efecto «devastador» en la salud mental de las personas en situación de pobreza.
En entrevista con Noticias ONU, el experto advierte que 970 millones de personas, que representan el 11% de la población mundial, padecen de algún tipo de trastorno mental.
Para el investigador, las personas con rentas más bajas triplican las posibilidades de sufrir depresión, ansiedad y otras enfermedades mentales comunes que las personas con rentas más altas:
«Las personas que viven en la pobreza, que trabajan sobre todo en empleos informales o precarios, son las que más sufren esta condición, al tiempo que disponen de menos recursos para hacerle frente, lo que crea una crisis de salud mental que en gran medida se ignora y pasa desapercibida»
De Schutter agrega que:
«Las desigualdades están volviendo loca a la gente. Las desigualdades provocan ansiedad. La gente teme quedarse atrás. Y cuanto más desigual es una sociedad, más temen incluso las personas de clase media caer en la pobreza. Por eso viven estresados y desarrollan síntomas de depresión y ansiedad».
La «flexibilización» laboral aumenta problemas de salud mental
Las decisiones tomadas por las naciones en búsqueda de fortalecer el crecimiento económico en donde se lleva a los trabajadores hacia formas de empleo menos tradicionales, han llevado a una reducción de los contratos de trabajo y un aumento del trabajo a tiempo parcial con la consecuente reducción de las protecciones y los salarios de los trabajadores.
Para el relator, el desempleo puede aumentar el riesgo de enfermedades mentales, pero el trabajo esporádico o de tiempo parcial lleva a resultados peores en la salud mental.
La inseguridad, la ausencia de poder de negociación, los salarios injustos y los horarios desorganizados hace imposible tener un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal.
Olivier De Schutter: «Economía del agotamiento»
Para De Schutter la obsesión global por el desarrollo económico ha creado una «economía del agotamiento»:
«En vez de combatir la pobreza, el ‘crecimientismo’ nos ha llevado por un camino de desigualdad económica extrema, con consecuencias desastrosas para ricos y pobres por igual, ya que las sociedades más desiguales sufren mayores tasas de depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental»
El relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos de la ONU, dice de manera contundente que solamente poniendo el bienestar por encima de la inexorable búsqueda de mayor crecimiento, se podrá dar inicio a enfrentar de manera seria la pobreza y la crisis de salud mental que conlleva.
Fortalecer la protección laboral y otorgar renta básica universal
Acorde con el informe, la seguridad económica también se puede lograr al mejorar la protección social, con elementos como la renta básica universal, una iniciativa que acorde con el mismo informe, «ha demostrado que mejora la salud mental de los trabajadores».
El estudioso propende, a partir del estudio, fortalecer las normativas sobre horarios laborales que permita a los trabajadores conocer mejor y con antelación sus horarios recibiendo una compensación si éstos llegan a cambiar.
Insta también a mejorar la estabilidad económica, garantizando a los trabajadores a tiempo parcial un número mínimo de horas laboradas.
Olivier De Schutter, relator de la ONU
El belga Olivier De Schutter ejerce como relator especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos nombrado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en mayo de 2020.
Los Relatores Especiales trabajan de forma voluntaria y no son personal de la ONU con salario por su trabajo.
Son independientes de cualquier gobierno u organización.
Algo es seguro en cuanto a las reflexiones de De Schutter sobre el informe y sus conclusiones, la viabilidad de los ajustes que propone se miden en términos económicos que valoran su eficiencia y su productividad.
Esto incluye saber: ¿Quién terminará pagando por la renta universal?
Entre imprimir dinero FIAT y recaudar tributos, la ecuación del experto de la ONU, parece, al menos a primera vista, estar desequilibrada.
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