China y su arancel cero: ¿Guerra comercial? o ¿Consolidación Geopolítica?

  • Con el arancel cero, China busca consolidarse como aliado de países emergentes al eliminar barreras comerciales y fortalecer su red de socios internacionales
  • Beijing abre nuevas oportunidades comerciales para economías emergentes, fortaleciendo su influencia en el mercado global
  • La medida rige a partir del 1 de diciembre de 2024

En un nuevo paso para consolidar su papel como impulsor de economías emergentes, China anunció que eliminará los aranceles sobre las importaciones provenientes de países menos desarrollados.

A partir del 1 de diciembre de 2024, todos los productos de estas economías ingresarán al mercado chino sin tarifas aduaneras, según informó la agencia de noticias Xinhua.

Esta medida abarca sectores clave, como la agricultura, minería y textiles, permitiendo a más de 22 naciones, principalmente de África y Asia, una participación más competitiva en el vasto mercado chino.

Con esta estrategia, China muestra su compromiso con un comercio más inclusivo, a la vez que refuerza sus lazos con el denominado «Sur Global», un término que se refiere a las naciones en vías de desarrollo en Asia, África y América Latina.

En un contexto donde la economía global enfrenta desafíos como la inflación y la creciente competencia por recursos, Beijing se posiciona como un socio de referencia para los países en desarrollo.

Arancel cero ¿Sabiduría china?

La política de arancel cero se enmarca en una estrategia más amplia de China para posicionarse como líder de las economías emergentes y consolidar su influencia en el Sur Global.

A través de programas como el Foro de Cooperación China-África, Beijing ha invertido en infraestructura, tecnología y desarrollo industrial en países menos desarrollados, facilitando su integración en cadenas de valor globales.

La inversión en infraestructura permite a estas naciones mejorar su logística, optimizar sus tiempos de entrega y mejorar la competitividad de sus productos en el mercado internacional.

China ha sido criticada en ocasiones por su creciente influencia en el Sur Global, y algunos analistas lo ven como una estrategia para ganar aliados en el escenario global y asegurar el acceso a recursos críticos.

No obstante, el Gobierno chino argumenta que su compromiso con el desarrollo de estas naciones es una muestra de su intención de crear un mundo más equilibrado, donde los beneficios del comercio internacional se distribuyan de manera más justa.

Arancel cero: ¿Beneficio para las economías emergentes?

La eliminación de aranceles facilitará a estas naciones competir en el mercado chino, especialmente en sectores como el agrícola, que enfrenta altos costos de exportación y barreras comerciales en otros países.

La apertura del mercado chino, que cuenta con una demanda de más de 1.400 millones de consumidores, ofrece una enorme oportunidad de crecimiento para productos agrícolas, textiles y minerales.

Para Wang Wentao, ministro de Comercio de China, la iniciativa permitirá a estos países reducir su dependencia de mercados tradicionales, diversificar sus fuentes de ingreso y aumentar su estabilidad económica.

Este anuncio se produce en un contexto de crecientes desafíos para muchas naciones en desarrollo, que han visto limitadas sus exportaciones debido a políticas proteccionistas en otros mercados, que pueden seguir aumentado en la era Trump y con una Unión Europea que parece dispuesta al proteccionismo.

Para estos países, que dependen en gran medida de las exportaciones de materias primas, la eliminación de barreras arancelarias en China representa una oportunidad única para generar empleo y mejorar los ingresos de sus poblaciones.

China: ¿Promotor de economías emergentes?

La apertura del mercado chino para los países menos desarrollados tendrá repercusiones significativas en sus economías.

En África, países como Senegal y Etiopía, con elevada producción agrícola, podrán exportar a China sin restricciones, mientras que en Asia, naciones como Bangladesh y Camboya tendrán oportunidades en el sector textil.

El acceso al mercado chino representa una fuente de ingresos alternativa que puede ayudar a reducir su dependencia de los mercados occidentales.

La oportunidad de exportar a China también presenta desafíos. Para aprovecharla plenamente, los países beneficiarios deben mejorar la calidad y competitividad de sus productos, así como resolver problemas logísticos e infraestructurales.

La eliminación de aranceles es solo una parte del camino: las naciones deberán invertir en modernización y en optimización de sus sistemas productivos para hacer frente a las demandas del mercado chino.

China ha indicado su interés en brindar asistencia a estos países a través de acuerdos de cooperación y financiamiento de proyectos de infraestructura y desarrollo.

Con el establecimiento de zonas económicas especiales y acuerdos de transferencia tecnológica, Beijing planea facilitar la competitividad de estos países en el mercado internacional y asegurar una cadena de suministro más sólida y estable.

Economía y Geopolítica: El doble objetivo de China

Shanghai Source Pixabay

Además de las ventajas económicas que ofrece a las naciones menos desarrolladas, esta iniciativa también responde a una estrategia geoeconómica del gigante ansiático.

A través de la eliminación de aranceles y la colaboración en proyectos de infraestructura, China expande su esfera de influencia en regiones de interés geoestratégico.

La política de arancel cero no solo contribuye a fortalecer el comercio internacional, sino que también ayuda a diversificar sus fuentes de recursos en el largo plazo, reduciendo su dependencia de países en América y Europa.

Para muchos países en desarrollo, el acceso al mercado chino abre la puerta a una colaboración que va más allá de lo económico, y que abarca también la tecnología, la inversión en capital humano y eventualmente financiación.

Muchos países en desarrollo se enfrentan a falta de infraestructura adecuada, baja tecnología y baja productividad, lo cual limita el impacto de la exención arancelaria.

China ha mostrado interés en ayudar a superar estas barreras mediante el financiamiento de proyectos de infraestructura y transferencia tecnológica.

Esta colaboración se traducirá en un incremento de las exportaciones de los países beneficiados, así como en una mejora de sus capacidades productivas y comerciales.

Este tipo de cooperación permite a China no solo acceder a recursos estratégicos, sino también consolidarse como un socio de confianza para las economías emergentes.

Aunque la dependencia del mercado chino podría presentar riesgos en el largo plazo para países cuyas economías se vuelven demasiado dependientes de este destino, la ya enorme influencia China en el mundo, continuara ampliándose mas allá del contexto BRICS.

¿Cooperación o nuevo orden mundial?

La decisión de China de eliminar los aranceles para los países menos desarrollados marca un hito en su política de cooperación internacional.

Esta iniciativa no solo fortalece sus relaciones con el Sur Global, sino que también proyecta a China como un defensor de un comercio global más inclusivo y equitativo.

Al abrir su mercado a estas naciones, Beijing busca enviar un mensaje geoestratégico: el crecimiento económico debe beneficiar a todos, y no solo a los países más desarrollados.

China se adelanta, dentro de un contexto de tensiones comerciales a nivel mundial, con una política alternativa de cooperación que beneficia tanto a los países menos desarrollados como a China misma, estableciendo las bases para una relación de largo plazo que podría transformar el equilibrio económico global.


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