- OpenAI atraviesa una situación crítica y su líder, Sam Altman, está siendo señalado.
- La empresa tiene como enemigo público número uno nada menos que a Elon Musk
- La empresa pierde $5000 millones anuales desarrollando nuevas tecnologías.
La Inteligencia Artificial es la tecnología de la época, el cambio que está transformando el mundo tal como lo conocemos. Cada día las noticias nos sorprenden con los nuevos hitos que alcanza este nuevo portento. Quien no apueste por la IA se queda rezagado, pero no todo es tan brillante.
Existe un lado de la moneda no tan auspicioso, incluso para las empresas líderes del sector como OpenAI. Se trata de un caso que ya es preocupante, hasta el punto de ser una empresa que podría “caer.” Sí, los creadores de ChatGPT también pueden atravesar situaciones difíciles.
Los problemas de OpenAI no son sencillos, con todo y que ChatGPT ha logrado equipararse con Google en popularidad. Este hito ya tiene su importancia y nos haría pensar que dentro de la compañía todo va bien. Sin embargo, ya son varias las situaciones que podrían desestabilizar a la compañía dirigida por Sam Altman.
Desde el lanzamiento de ChatGPT se pueden distinguir dos grupos: los que quieren limitar la tecnología y los “súperoptimistas.” Esta discrepancia hizo que Sam Altman fuera despedido súbitamente de OpenAI. Mientras Altman es partidario de continuar su desarrollo, otros consideran que hay que limitarla.
Readmisión en OpenAI, pero con amenazas y una clara división interna
No pasaron 48 horas cuando Altman ya estaba siendo readmitido en la empresa. Incorporado de nuevo, procedió a sacar a los miembros de la junta directiva que habían votado para despedirlo. El hecho, que debió crear condiciones favorables para una continuidad en armonía, generó una clara polarización interna.
Pero este era solo el principio de los problemas de OpenAI. A partir de aquí, muchos cargos de peso abandonaron a Altman, e incluso se fueron a trabajar con la competencia. Uno de esos cargos fue Greg Brockman, quien fue en su oportunidad presidente de la compañía.
Ahora, hay que destacar que los desafíos de OpenAI no son solo a nivel interno, sino también externos. Y es que, la compañía logró ganar un enemigo público gigante: Elon Musk. El conocido y poderoso empresario, también cofundador de OpenAI, también alberga serias discrepancias con Altman.
El enfrentamiento tiene su historia. Musk, quien había fundado OpenAI junto con Altman, terminó quedando fuera de la empresa por desacuerdos con este. Desde entonces, Elon Musk no escatima esfuerzos para denunciar en tribunales a los creadores de ChatGPT. En particular, por sus acuerdos con Microsoft.
Competencia y gastos excesivos en desarrollo de tecnología amenazan la sobrevivencia de OpenAI
No hay duda de que OpenAI y su punta de lanza, ChatGPT, son líderes y referentes del sector de IA. Fueron los primeros en hacer el lanzamiento mundial de la tecnología. Pero cuidado, uno de sus principales competidores, Google, ya lanzó Gemini, una propuesta de IA integrada al ecosistema del gigante tecnológico.
Casi se puede afirmar que Google ha alcanzado a OpenAI. Lo que si se puede firmar con rotundidad es que Google está ofreciendo productos bastante similares. Herramientas potentes y productos de calidad que salen de una empresa innovadora donde las haya y con largos años de experiencia.
Ahora, lo más preocupante son los problemas económicos que ya enfrenta OpenAI. Aunque cueste asimilarlo, Business Insider, reporta que la compañía pierde aproximadamente $5000 millones al año en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
En conclusión, los problemas de OpenAI son tanto internos como externos. Y aunque se espera que pronto abran una ronda de inversión, todo indica que la compañía requiere cuadrar sus cuentas cuanto antes. De esta acción parece depender su actual reinado.
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