- El crecimiento de la economía española sigue superando al de la mayoría de los países europeos.
- Economistas advierten que este panorama podría cambiar si la economía europea no se recupera pronto.
- El comportamiento de los consumidores españoles contrasta con el de Estados Unidos.
BBVA Research ha revisado al alza sus proyecciones de crecimiento para la economía española, elevando su estimación para 2024 hasta un 2,9%, lo que representa un incremento de cuatro décimas respecto a su pronóstico anterior. Del mismo modo, ha hecho un ajuste en sus perspectivas para 2025, anticipando un crecimiento del 2,4%, tres décimas más que su proyección previa. Dichos ajustes, de acuerdo a el servicio de estudios del banco, se deben principalmente a revisiones estadísticas, el consumo tanto público como privado y el buen desempeño del sector servicios.
España crece por encima de Europa, pero ¿hasta cuándo?
El crecimiento de la economía española sigue superando al de la mayoría de los países europeos, que atraviesan una fase de estancamiento. Mientras la eurozona y Estados Unidos muestran signos de desaceleración, España ha mantenido un dinamismo destacable gracias a factores como la mejora de la competitividad en los servicios, un sector que ha demostrado ser más resistente que la industria, tanto a nivel nacional como internacional. No obstante, los analistas del BBVA advierten que este panorama podría cambiar si la economía europea no se recupera pronto. Afirman que el comercio tiende cada vez más a concentrarse en regiones, y la falta de socios económicos fuertes podría limitar el potencial de crecimiento.
Mano de obra y consumo como pilares del crecimiento
Uno de los motores clave detrás de la expansión económica española ha sido la capacidad del país para aprovechar la demanda de mano de obra en el sector servicios. Esta fuerte incorporación de trabajadores, muchos de ellos inmigrantes, ha permitido mantener la actividad económica en marcha, sustentada por una política fiscal que sigue estimulando la demanda interna. Pese a la subida de precios más moderada y los tipos de interés más bajos, los hogares españoles siguen gastando y ahorrando a niveles récord. Esto ha contribuido al impulso del Producto Interior Bruto (PIB).
Tal comportamiento de los consumidores en el país contrasta con el de Estados Unidos, donde las familias han agotado gran parte de sus ahorros debido a la falta de previsión y una percepción menos incierta del futuro económico. En España, pese a que los niveles de inflación siguen siendo preocupantes, se espera que los salarios crezcan a un ritmo más rápido, lo que podría aliviar el impacto en el poder adquisitivo de los hogares.
Crecimiento basado en cantidad, no en calidad
A pesar de estos avances, BBVA Research señala que el crecimiento de la economía española no está siendo de la calidad deseada. Aunque el aumento en la fuerza laboral ha generado empleo y actividad económica, los economistas de la entidad bancaria advierten que este crecimiento se ha centrado más en la cantidad que en la calidad. Para mejorar la productividad, España necesitaría invertir más y avanzar hacia un cambio en su modelo productivo, hecho que, hasta ahora, no se ha materializado.
La inversión, incluso, es el talón de Aquiles de la recuperación económica. A pesar de las expectativas generadas por los fondos europeos ‘Next Generation‘, la ejecución y licitación de estos recursos ha sido decepcionante. Según BBVA Research, el nivel de inversión está prácticamente estancado, lo que limita el crecimiento potencial a largo plazo y pone en riesgo la competitividad de la economía española en el futuro cercano.
Perspectivas fiscales y desafíos a medio plazo
Desde una perspectiva fiscal, las cuentas públicas presentan un escenario mixto. Por una parte, el crecimiento del PIB permitirá reducir el déficit público por debajo del 3% en relación al PIB, lo que evitaría que España enfrente un ajuste fiscal más severo debido a las nuevas reglas fiscales europeas. No obstante, persiste un problema estructural en las pensiones, que continúan siendo la mayor fuente de gasto social y mantienen un déficit permanente del 3%.
A corto plazo, el impulso económico dependerá de la evolución de las exportaciones, sobre todo en el sector turístico, que ha sido un pilar fundamental de la recuperación tras la pandemia. Vale destacar que los economistas del BBVA advierten que el verdadero reto está en mejorar las exportaciones no turísticas, que si bien han mostrado avances, siguen teniendo un amplio margen de mejora. Por lo tanto, aunque las previsiones de BBVA Research para la economía española son positivas, el crecimiento enfrenta importantes retos a medio y largo plazo, principalmente en lo relacionado con la inversión y la calidad del crecimiento. España deberá abordar estos desafíos si quiere mantener su dinamismo económico en un contexto cada vez menos conocido.
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