La IA y el greenwashing son temas cada vez más relacionados en el ámbito de la sostenibilidad empresarial. Vamos a explorar este tema con ejemplos que muestran la diferencia entre la optimización verde y el greenwashing.
Optimización verde: casos de éxito
Empresas como Repsol e Iberdrola han logrado avances significativos en sostenibilidad usando IA. Repsol emplea IBM Watson en su planta de Cartagena. Esta tecnología ajusta en tiempo real la mezcla de materias primas, reduciendo el consumo de energía y las emisiones de CO2. Así, mejora la eficiencia operativa y reduce su huella de carbono.
Por su parte, Iberdrola utiliza Google Cloud AI para gestionar la producción de sus parques eólicos y solares. Esta herramienta optimiza la distribución de energía, maximizando el uso de fuentes renovables y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Esto refuerza su compromiso con la sostenibilidad y mejora la eficiencia de la red eléctrica.
El lado oscuro: IA y greenwashing
No todas las empresas usan la IA de forma genuina. Coca-Cola es un ejemplo a destacar. La compañía ha lanzado varias iniciativas de sostenibilidad, utilizando Microsoft Azure AI para optimizar su cadena de suministro y reducir costes. Sin embargo, estos esfuerzos parecen ser más cosméticos que transformadores.
En 2018, Coca-Cola presentó su iniciativa «Un Mundo Sin Residuos». El objetivo es recolectar y reciclar el equivalente al 100% de sus envases para 2030. A pesar de esto, un informe de 2022 de Break Free From Plastic nombró a Coca-Cola como el mayor contaminador plástico del mundo por quinto año consecutivo.
Este informe mostró que más de 2,6 millones de piezas de plástico de Coca-Cola fueron encontradas en entornos naturales. Esto es alarmante para una empresa que se presenta como líder en sostenibilidad.
Aunque la IA ayuda a optimizar la logística y reducir el uso de plásticos, los críticos afirman que estos esfuerzos son insuficientes. Coca-Cola sigue produciendo alrededor de 100 mil millones de botellas de plástico al año. Muchas de estas no se reciclan.
A pesar de sus campañas de marketing verde, la empresa sigue dependiendo del plástico de un solo uso, que contribuye significativamente a la contaminación global.
Conclusiones: optimización de la fachada
La IA tiene un potencial inmenso para avanzar en la sostenibilidad empresarial. Pero su uso debe ser sincero y orientado a resultados tangibles. Repsol e Iberdrola demuestran que la tecnología puede ser un aliado poderoso cuando se combina con un verdadero compromiso ambiental. Sin embargo, ejemplos como el de Coca-Cola muestran que, en algunos casos, la IA se usa más para el greenwashing que para generar un cambio real.
El reto para las empresas es claro. Deben usar la IA de manera ética y efectiva para hacer una diferencia genuina en la sostenibilidad, no solo para mejorar sus relaciones públicas. Los consumidores, cada vez más informados, sabrán distinguir entre aquellas compañías que realmente se esfuerzan por el medio ambiente y aquellas que solo pretenden hacerlo.
