Diverflación: La tendencia que está cambiando la economía del consumidor

Diverflación en España
  • La diverflación ha cambiado las tendencias de consumo, hasta el punto de gastar casi lo mismo en salir a comer, que en comprar comida para hacer en casa. La diferencia es mínima: solo un 6%.
  • Sin un techo propio, los jóvenes postergan proyectos a largo plazo como formar una familia, prefiriendo experiencias inmediatas.

Los patrones de consumo son mucho más que simples respuestas a estímulos económicos. Factores psicológicos, sociales y culturales juegan un papel fundamental en nuestras decisiones de compra. Por consiguiente, están en un estado de transformación permanente.

Un claro ejemplo de esta situación se observa en los eventos masivos: A pesar del incremento constante en los precios de las entradas para conciertos y festivales, estas se agotan rápidamente. Lo mismo ocurre en la industria gastronómica, donde los restaurantes y bares, a pesar de aumentar sus tarifas, mantienen sus locales llenos.

Y este fenómeno puede explicarse a través del concepto de diverflación, en donde los consumidores priorizan experiencias efímeras y ocio sobre bienes materiales duraderos. Pero esta tendencia, según el Banco de España, incrementa la probabilidad de una inflación más alta en sectores relacionados con el entretenimiento.

Factores que desencadenan la diverflación

Detrás de esta búsqueda de satisfacción inmediata se esconden múltiples causas que han propiciado su surgimiento. De hecho, la pandemia ha sido un factor clave en este cambio para España. Ha vuelto más consciente a las personas de su propia fragilidad, impulsándolos a valorar el presente ante un futuro incierto.

Así, de acuerdo con el Banco de España, la experiencia del confinamiento ha llevado a los consumidores a priorizar su bienestar emocional y las conexiones sociales, que fueron restringidas durante ese período.

En consecuencia, priorizan el consumo de experiencias antes que la inversión en bienes duraderos, comentario que también respalda CaixaBank.

Sin embargo, la crisis sanitaria no es la única razón detrás de este cambio en los hábitos de consumo. En este sentido, la dificultad para acceder a una vivienda empuja a los jóvenes a vivir el presente. Como no pueden constituir una vida familiar estable, prefieren disfrutar de lo que tienen ahora.

Además, se le suma la incertidumbre geopolítica, una inestabilidad global posterior a la pandemia, junto con los problemas en la distribución de productos, han desanimado la compra de bienes duraderos.

Tendencias de consumo

Un análisis exhaustivo de los datos revela un giro significativo en el comportamiento de los consumidores. De acuerdo con la Encuesta de presupuestos familiares del INE, se ha registrado una reducción significativa en el gasto promedio de los hogares españoles.

En cuanto a las prendas de vestir y calzado, situándose en 1.319,98 euros en 2023 frente a los 1.463,11 euros de 2018. Por el contrario, el desembolso en servicios de hostelería ha registrado un aumento significativo, situándose en 3.310,67 euros en 2023 frente a los 2.947,56 euros de 2018.

Asimismo, mientras los consumidores gastan más en salir, ahora invierten menos en muebles y artículos para la casa. De ahí que, se ha reducido el consumo de 1.371,91 euros en 2018 a 1.349,33 euros en 2023.

Al analizar el gasto medio por hogar, es evidente que las partidas destinadas a vivienda (31,8%) y alimentación (16,3%), consideradas necesidades básicas, continúan concentrando la mayor proporción del presupuesto familiar.

Le siguen en orden de consumo, el transporte (11,6%) y hostelería (10,1%), que presentan una mayor vinculación con actividades de ocio. Esto implica que el gasto en establecimientos hosteleros, como bares y restaurantes, se encuentra a tan solo seis puntos porcentuales del destinado a la alimentación.

Frente a otras partidas más relevantes, el análisis finaliza con el gasto en vestido y calzado que representa solo el 4% del gasto medio por hogares.

Diverflación y compras impulsivas: CaixaBank advierte sobre los riesgos

Si bien la diverflación no necesariamente implica un incremento en el gasto, es importante destacar que conlleva ciertos riesgos. La tendencia a adquirir bienes y servicios de forma impulsiva, motivada por la satisfacción inmediata, puede distorsionar las decisiones financieras, según advierte CaixaBank.

No se trata de renunciar al ocio, sino de optimizar los gastos en este ámbito. Los consumidores pueden seguir disfrutando de su tiempo libre, pero pensando un poco más en cómo lo gastan. Por ello, es necesario evaluar cuidadosamente en qué actividades de ocio invertimos nuestro dinero, considerando nuestra situación financiera y metas de ahorro.


Descubre más desde SoyInsider.com - Diario económico con análisis exclusivos y tendencias financieras

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

1 comentario en “Diverflación: La tendencia que está cambiando la economía del consumidor”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio