- Los autónomos españoles trabajan 3 horas más al día de media, acumulando 2.420 horas extras al año.
- Solo el 16% de los autónomos españoles disfruta de una jornada de 8 horas.
- Menos del 50% de los autónomos españoles toma las vacaciones legales correspondientes.
Con más de 3,3 millones de autónomos, España cuenta con un tejido empresarial dinámico y diverso. Sin embargo, detrás de estas cifras se esconde una preocupante realidad: La explotación laboral.
Jornada tras jornada, estos trabajadores se ven obligados a superar los límites de resistencia física y mental, trabajando más de ocho horas diarias. En un constante esfuerzo por hacer frente a la incertidumbre del mercado y garantizar la supervivencia de sus negocios.
Diferencias en horas trabajadas: Autónomos vs asalariados en España
En España, el tiempo de la jornada laboral no es una constante, sino una variable que depende en gran medida de la naturaleza del empleo.
Según un reciente estudio de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de España (UPTA), se revela que los autónomos en España trabajan un promedio 3 horas adicionales al día. De esta forma, acumulan 55 horas semanales, es decir, 220 horas mensuales y 2.420 horas anuales.
Por ello, a lo largo de su vida laboral, un trabajador autónomo dedicará un total de 89.540 horas a su empleo, lo que equivale a casi una década trabajando ininterrumpidamente.
A diferencia de los autónomos, los trabajadores por cuenta ajena tienen una jornada laboral más estable, de 8 horas diarias. Lo que equivale a 40 horas semanales, 160 horas mensuales y 1.760 horas anuales. Es decir, dedicarán 65.120 horas de su vida al trabajo, lo que equivale a más de 7 años y medio trabajando ininterrumpidamente.
Como afirma Eduardo Abad, presidente de UPTA, los trabajadores autónomos acumulan 24.420 horas más de trabajo que los asalariados a lo largo de su vida laboral.
Abad también destaca que la jornada laboral de 8 horas es un lujo al que solo accede el 16% de los autónomos españoles. Al mismo tiempo, la mayoría ni siquiera goza de las vacaciones mínimas por ley, de 20 días al año.
Sectores con mayores jornadas laborales
Para los autónomos, la jornada laboral se prolonga hasta límites que afectan gravemente su calidad de vida. Pero, existen sectores especialmente aquellos que operan 24/7, como la sanidad y los servicios de emergencia, donde las jornadas extenuantes son la norma.
En el sector del transporte, tanto de paquetería como de pasajeros, las jornadas laborales frecuentemente exceden las 11 horas diarias, según la UPTA. Esto, no solo puede comprometen el bienestar de los trabajadores, sino aumentan el riesgo de accidentes viales.
Ahora bien, la jornada laboral típica en la construcción supera ampliamente las 10 o 12 horas diarias. Mientras que, en el sector de la salud, es habitual que las jornadas laborales se prolonguen más allá de las 13 o 14 horas diarias. Aunque existirán casos en donde alcancen las 24 horas, por falta de personal.
Disminución de las horas de trabajo
Dada esta situación, Abad sostiene que la medida de reducción de la jornada laboral propuesta por el gobierno, debería ampliarse al colectivo de trabajadores autónomos. Con un horario de 37,5 horas, se podrá garantizar una mayor equidad en las condiciones laborales también de los autónomos.
Y es que, al trabajar jornadas tan extensas, ponen en riesgo no solo su propio bienestar físico y mental, sino también la seguridad de los usuarios.
Además, la propia OMS enfatiza que trabajar 55 horas semanales o más, es tan peligroso que puede causar la muerte. De hecho, la prolongación de las jornadas laborales está relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, trastornos mentales y problemas musculoesqueléticos.
Sin embargo, la ATA, representada por el presidente Lorenzo Amor, considera que la reducción de la jornada laboral supondría un encarecimiento del 6,2% para las empresas. Esta medida provocará una disminución en la creación de empleo, afectando especialmente a las pequeñas empresas, al no poder asumir el aumento de costes.
Aunque reconoció el atractivo de una jornada laboral más corta sin reducción salarial, planteó la interrogante sobre quién financiaría este cambio. En consecuencia, Lorenzo Amor, argumentó que el gobierno debería asumir parte de los costos de reducir la jornada laboral, pues no es justo que toda la carga recaiga sobre las empresas.
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