2024: España crece 3%, triplicando la eurozona con récord en turismo y empleo

La economía española sigue destacando como una de las más dinámicas de Europa, con un crecimiento previsto del 3 % para 2024, una cifra que triplica el avance estimado para la eurozona.
  • España aprovecha 75.500 millones de euros en fondos europeos para liderar en sostenibilidad y digitalización
  • El turismo lidera la recuperación con una aportación al PIB un 39 % superior a los niveles pre-covid
  • El mercado laboral alcanza cifras históricas con 21,8 millones de ocupados y 24,6 millones de población activa

La economía española sigue destacando como una de las más dinámicas de Europa, con un crecimiento previsto del 3 % para 2024, una cifra que triplica el avance estimado para la eurozona.

Este rendimiento sobresaliente se debe a factores clave como un turismo en auge, un mercado laboral en expansión y políticas que han permitido aprovechar los fondos europeos de recuperación.

Sin embargo, el país enfrenta desafíos como la baja productividad y un PIB per cápita que todavía lo mantiene por debajo de sus pares europeos.

Turismo en España, motor principal de recuperación

El turismo ha sido el pilar fundamental de la recuperación económica española tras la pandemia. En 2024, las exportaciones de servicios, especialmente las relacionadas con el sector turístico, son un 39 % superiores en términos reales a las de 2019.

España ha recibido una afluencia récord de turistas internacionales, que no solo han llenado hoteles y restaurantes, sino que también han impulsado sectores como el transporte y el comercio minorista.

Este dinamismo turístico ha contribuido significativamente al crecimiento del PIB y ha consolidado a España como uno de los destinos más atractivos del mundo.

Además, este crecimiento no solo se refleja en términos económicos, sino también en el empleo generado por el sector ya que la hostelería y las actividades turísticas representan una parte importante del mercado laboral, con 21,8 millones de personas ocupadas, una cifra histórica.

Empleo e inmigración: El auge de España

El empleo en España ha alcanzado cifras récord en 2024 gracias a un aumento de la población activa que supera los 24,6 millones de personas.

Este incremento está impulsado en un 90 % por la inmigración, que ha permitido sortear los problemas estructurales en el acceso a la vivienda y ha añadido flexibilidad al mercado laboral.

No obstante, España sigue liderando las tasas de desempleo en la eurozona, con un 11,2 %, lo que pone de manifiesto las áreas de mejora en términos de estabilidad laboral y productividad.

Factores que marcan la diferencia con la eurozona

Mientras que la eurozona lidia con una crisis industrial que ha estancado su crecimiento, España se beneficia de costos energéticos más bajos, un sector financiero más competitivo y un acceso eficaz a los fondos europeos Next Generation.

Hasta el 31 de octubre de 2024, se habían licitado 75.500 millones de euros de estos fondos, con un 58,5 % ya asignados, lo que ha permitido inversiones clave en infraestructura, sostenibilidad y digitalización.

Además, la capacidad de España para diversificar su economía más allá de los sectores tradicionales, como la construcción, ha resultado crucial.

El país ha mostrado una resistencia notable frente a la subida de tipos de interés, con restricciones de crédito menos severas que las experimentadas por otras economías europeas.

Desafíos estructurales y percepción pública

A pesar de este panorama optimista, España enfrenta retos significativos.

El PIB per cápita en términos de paridad de poder adquisitivo está en el 89 % de la media de la Unión Europea, una brecha que no ha cambiado sustancialmente en tres décadas.

Esto se debe, en gran medida, al desempleo estructural y a la baja productividad, factores que limitan el potencial económico del país.

Además, la percepción pública sobre la economía no refleja los avances reportados.

Según una encuesta de Funcas, el 50 % de los ciudadanos califica el año como «regular» y el 30 % como «malo», un descontento está relacionado con los bajos salarios y las dificultades para acceder a la vivienda, a pesar de que el salario mínimo ha acumulado un incremento del 54 % desde 2018, situándose en 15.876 euros brutos anuales.

Incertidumbre política y presupuestos en el aire

El contexto político español fragmentado también supone un desafío pues la falta de acuerdo entre los partidos ha obligado al Gobierno a prorrogar los presupuestos de 2023 para 2024, lo que limita la capacidad de responder a las necesidades económicas del país.

La inestabilidad parlamentaria ha impedido aprobar la senda de déficit y deuda, afectando la confianza en el proceso presupuestario.

No obstante, el Ejecutivo ha avanzado en un paquete fiscal que incluye un impuesto a la banca, una subida del IRPF para las rentas altas y una rebaja de impuestos a las pymes. Un paquete que, aunque polémico, busca sentar las bases para la política fiscal de 2025 y garantizar el acceso a fondos europeos cruciales.

España, luces y sombras económicas

España se presenta como un modelo de recuperación económica en la eurozona, gracias a su capacidad para capitalizar el turismo y el empleo.

Sin embargo, el país debe abordar problemas estructurales como el desempleo y la baja productividad para garantizar un crecimiento sostenible en un contexto europeo marcado por el estancamiento económico y la fragmentación política.

España tiene la oportunidad de consolidar su posición como una de las economías más dinámicas de la región, siempre y cuando logre traducir estos avances macroeconómicos en mejoras tangibles para sus ciudadanos, que siguen aun sin percibirlas.


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