1,3 millones de empleos en juego: El papel oculto de las marcas en España

• Las marcas de fabricante generan 1,377 millones de empleos directos e indirectos en España, con un 40% en zonas rurales.
• Estas marcas representan el 6,3% del empleo total en el país y contribuyen al 7,5% del PIB.
• La generación de valor añadido de estas marcas ha caído de 0,21 a 0,19 euros por cada euro gastado en productos de gran consumo entre 2019 y 2023.

Las marcas de fabricante desempeñan un papel crucial en la economía española, generando 1,377 millones de empleos en 2023, de los cuales 547,000 son empleos directos y 830,000 indirectos.

Esta cifra no solo subraya el impacto de estas marcas en la economía nacional, sino también su capacidad para influir en la estabilidad del empleo. En contraste, las marcas de distribución crean menos empleo, lo que refuerza la importancia de las marcas de fabricante como pilar del empleo en el país.

Para entender mejor el contexto, es importante destacar que el 6,3% del empleo total en España proviene de estas marcas, según el estudio “Impacto Económico y Social de las Marcas de Fabricante en el Sector de Gran Consumo en España”, presentado por Promarca.

A pesar de la competencia en el mercado y los desafíos económicos, este porcentaje se ha mantenido estable a lo largo de los años, lo que representa una ventaja considerable para la economía española.

Cohesión y desarrollo en áreas rurales

Otro aspecto relevante del impacto de las marcas de fabricante es su papel en la fijación de la población en zonas rurales.

De acuerdo con el estudio, el 40% de las fábricas de estas marcas se encuentran en municipios de menos de 20,000 habitantes, contribuyendo a combatir la despoblación y a mantener la vitalidad económica en estas áreas.

En el período de 2019 a 2023, el número de empleos directos en estas zonas aumentó de 150,000 a 175,000, un dato que muestra la importancia de estas marcas para evitar el éxodo rural.

Este fenómeno es esencial en la lucha contra la “España vacía” y destaca la relevancia de las fábricas en pequeños municipios. Sin su presencia, muchas de estas áreas experimentarían una despoblación aún mayor, con las consecuencias negativas que esto conlleva en términos de acceso a servicios y calidad de vida.

Contribución al Producto Interno Bruto (PIB) y pérdida de valor añadido

A nivel económico, las marcas de fabricante representan el 7,5% del PIB de España. Esto refleja su capacidad para generar no solo empleo, sino también riqueza y estabilidad económica en el país.

En comparación, las marcas de distribución aportan solo un 3,3% del PIB, lo cual reafirma la relevancia de las marcas de fabricante en el panorama nacional.

Sin embargo, hay una caída en el valor añadido generado por estas marcas en el sector de gran consumo. Entre 2019 y 2023, el valor añadido por cada euro invertido en productos de gran consumo ha disminuido de 0,21 euros a 0,19 euros.

Esta reducción acumulada representa una pérdida de 1,792 millones de euros en valor añadido, un dato que sugiere un área de mejora para maximizar el impacto económico de estas marcas en el futuro.

Innovación y desafíos en la atracción de talento

El estudio también analiza cómo estas marcas enfrentan el reto de la digitalización y la necesidad de atraer talento especializado.

Las demandas del mercado y las expectativas de los candidatos, quienes buscan mayor conciliación y flexibilidad, llevan a las empresas de renombre a adaptar sus estrategias de reclutamiento y retención de talento.

Las marcas de fabricante, al igual que muchas empresas de sectores tradicionales, deben evolucionar para mantenerse competitivas en un entorno laboral cada vez más digital y flexible.

Este aspecto no solo es fundamental para el crecimiento de las empresas, sino también para la creación de empleo sostenible en las comunidades donde operan.

La influencia de las marcas de fabricante en España es evidente: crean millones de empleos, ayudan a frenar la despoblación rural y generan una contribución significativa al PIB. Sin embargo, también enfrentan desafíos como la pérdida de valor añadido y la adaptación a las demandas de talento especializado.

Para mantener y aumentar su impacto positivo en la economía y sociedad españolas, estas marcas deben seguir evolucionando y adaptándose a las condiciones del mercado.

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